La Magia De La Preselección En La Seducción

Anteriormente hice referencia a la preselección como el más poderoso generador de atracción jamás conocido y en este capítulo especial te explicaré de forma práctica por qué, con ejemplos reales que te ayudarán a entender su importancia y tomar provecho de ella.

La preselección consiste en ser elegido por una mujer, cuanto más bella mejor, para que otras mujeres te encuentren atractivo.

Lo aceptemos o no, los seres humanos tendemos a apreciar más lo que otros aprecian. Los publicistas nos presentan a artistas famosos recomendándonos un producto y así logran que el producto se venda en cantidades exorbitantes, eso es preselección.

La preselección es también el equivalente a contar con un aval. Si solicitas un préstamo en un banco y cuentas con un aval que comprueba altos ingresos y buenas propiedades el banco te dará el préstamo con gusto, de igual forma una mujer estará más dispuesta a relacionarse contigo si cuentas con el aval de otra mujer hermosa que ya está interesada en ti.

No es tan difícil entender la psicología detrás de la preselección, simplemente si una mujer descubre que otra chica se interesa en ti supone a nivel inconsciente que algo bueno debes tener para que ella se interesara en ti, y el deseo de descubrirlo es lo que la hace sentirse atraída. Te conviertes en un misterio y en todo un reto, dos de las cualidades que más atraen al sexo femenino.

Para tomar provecho de la preselección necesitas salir con una o más mujeres, cabe aclarar que no necesariamente debe existir algo entre ustedes, pueden ser solo amigos; lo importante es que ellas se vean contentas y divertidas cuando están contigo.

También puedes recurrir a la preselección aunque no haya una chica disponible para salir contigo, en este caso deberás hacer trampa manchándote un poco el cuello de la camisa con el lápiz labial de tu hermana, o rociándote unas gotas de perfume de mujer –pero sólo unas cuantas gotas-. Esto no es tan poderoso como el salir con chicas, pero en menor medida funciona porque ellas supondrán que si tienes una mancha de labial o una gota de perfume de mujer es, obviamente, porque has estado con una mujer.

Las siguientes dos historias son cien por ciento reales y muestran el enorme poder de la preselección:

Primera historia

Un asiduo lector de mi blog de seducción me escribió preguntando que podía hacer para conquistar a una dama que trabajaba en su misma oficina y lo estaba volviendo loco. El hombre trabajaba en una importante compañía y obtenía buenos ingresos, pero la dama que le interesaba era secretaria de la presidencia y ganaba más que él, era bellísima y joven. Él se había acercado a ella pero no obtenía la respuesta que esperaba, ella le respondía bien pero todas las veces que la invitaba a cenar o a salir se negaba. En dos semanas más la compañía para la que trabajaban festejaría su aniversario y habría una gran fiesta la cual deseaba aprovechar para intimar con ella y acercarse a su objetivo de conquistarla, pero en virtud de la situación nuestro amigo consideraba que ella lo rechazaría, es por eso que me escribió.

Le respondí hablándole del principio de preselección. La idea principal que compartí con él fue que llegara a la fiesta acompañado por al menos una, pero de preferencia dos mujeres, con las cuales pudiera establecer una comunicación muy divertida, y cuyo atractivo físico fuera alto, un 8 como mínimo.

Semanas más tarde recibí un email en el que me agradecía el consejo y me informaba de sus resultados. Nuestro amigo hizo algo bastante inteligente, contrató a dos hermosísimas mujeres en un servicio de acompañantes, una rubia y otra morena. Se presentó en la fiesta con una de ellas en cada brazo, y de inmediato capturó la atención de las damas presentes, incluyendo la que a él le interesaba.

Ellos tres platicaban y las dos chicas se mostraban sonrientes y encantadas, así habían sido instruidas, para eso él había pagado, y mucho. Después de un rato él observó que la chica de sus sueños lo miraba con celos y una curiosidad que nunca antes había notado.

Aprovechando la ventaja que ahora tenía puso en marcha el proceso de seducción y lo que parecía imposible resultó ser pan comido.

Segunda historia

Esta es la historia de Raúl, un hombre que recién había terminado una relación de dieciocho meses con Alejandra, o más bien fue ella quien terminó con él:

Raúl estaba muy acongojado porque amaba a Alejandra y deseaba con el alma reconquistarla, pero tras dos intentos fallidos de convencerla para regresar a su lado decidió escribirme, a lo cual respondí aconsejándole utilizar en su favor el inmenso poder de la preselección.

Raúl hizo entonces lo mismo que este libro recomienda, dejar de perseguir a Alejandra y romper todo contacto con ella; buscó a sus amigos y emprendió actividades divertidas para él. En menos de dos semanas ya estaba saliendo con otra chica: Leticia.

Pocos días después Alejandra vio a Raúl platicando con Leticia en un parque muy acaramelados, abrazándose y besándose. La preselección hizo su efecto y Alejandra olvidó que ella había terminado su relación con Raúl, se acercó furiosa para reclamar a Leticia por besar a su novio.

Después de un momento de gran tensión Alejandra y Leticia pidieron a Raúl que eligiera a una de las dos en ese preciso instante. Quien hacía apenas unas tres semanas estaba triste, compungido y lamentando el adiós, ahora tenía a dos hermosas chicas disputándolo y pidiéndole elegir.

Pero Raúl ya no sentía lo mismo por Alejandra, además estaba todavía algo resentido con ella por haberlo despreciado, así que eligió a Leticia.

Esa misma noche Alejandra lo llamó por teléfono para pedirle que reconsiderara su decisión, Raúl se mantuvo firme e inflexible a pesar de la insistencia de Alejandra hasta que ella le propuso algo que él no esperaba, le dijo que si volvía con ella estaba dispuesta hacerse de la vista gorda y dejar que siguiera viendo a Leticia, y hasta a otras mujeres si quería.

“Prefiero tenerte aunque sea compartido, que no tenerte”, fueron las palabras de Alejandra. Raúl no aceptó.